El Gobierno eliminó la intermediación de las obras sociales en los aportes a las prepagas, permitiendo que los fondos vayan directamente a las compañías de salud, beneficiando a 1.380.000 trabajadores y potencialmente reduciendo pagos adicionales.
La administración de Javier Milei implementó una resolución trascendental en el sistema de salud, eliminando la intermediación de las obras sociales en los aportes destinados a las empresas de medicina prepaga. A través de esta medida de la Superintendencia de Servicios de Salud, los aportes de trabajadores y empresas se derivarán directamente a las prepagas, agilizando el proceso y asegurando que los fondos lleguen de manera más eficiente a quienes brindan los servicios médicos.
Hasta el momento, los trabajadores destinaban una parte de sus aportes a una obra social que actuaba como intermediaria antes de llegar a las prepagas, generando que algunas de estas entidades retuvieran hasta un 10% del total. Con el nuevo sistema, que comenzó el 1 de diciembre de 2024, los aportes irán directamente a las prepagas, beneficiando a aproximadamente 1.380.000 trabajadores y sus familias.
Además, se establece un plazo de 60 días para aquellos que deseen revertir la derivación y optar por una obra social, la cual deberá cubrir la totalidad de la atención médica del trabajador. A pesar de las modificaciones, aún no se determinó el destino del porcentaje que antes retenían las obras sociales, y se mantiene incertidumbre sobre el impacto futuro de la medida en el sistema de salud.