La Ley de Emergencia en Discapacidad volvió a estar vigente tras el rechazo del Senado al veto presidencial, con 63 votos a favor y 7 en contra. En la Casa Rosada analizaban los pasos a seguir, mientras Javier Milei continuaba de viaje en Estados Unidos y regresaría recién el sábado de madrugada.
En Balcarce 50 reconocían que el resultado se sumaba a un escenario político y económico convulsionado, en la antesala de las elecciones bonaerenses del domingo. La falta de reacción pública contrastaba con ocasiones anteriores: no hubo comunicado oficial ni mensajes en redes. Asesores del Presidente planteaban que cualquier decisión se postergaría hasta después de los comicios, dado que las encuestas ubicaban a La Libertad Avanza detrás de Fuerza Patria en intención de voto.
El Gobierno contaba con 10 días de plazo legal para promulgar la norma, aunque se evaluaba judicializar el caso o incluso pedir la nulidad de la sesión. Sin embargo, voces cercanas a Milei admitían que esas alternativas parecían inviables, ya que implicaban avanzar contra otro poder del Estado. En paralelo, la Cámara alta aprobaba también la modificación del régimen de Decretos de Necesidad y Urgencia, proyecto que, de confirmarse en Diputados, limitaría aún más la capacidad del Ejecutivo en el segundo tramo del mandato.