El oficialismo intenta este lunes reunir respaldo político frente a la reforma que acota el uso de decretos presidenciales. El Gobierno anticipó que la oposición avanzará con la sanción, pero confió en sostener un eventual veto de Milei.
Tras la aprobación en el Senado del proyecto que modifica la ley de Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), la Casa Rosada iniciará contactos con gobernadores y dirigentes aliados para evitar que la iniciativa prospere en la Cámara de Diputados. La propuesta introduce un plazo de 90 días para tratar los decretos y exige la aprobación explícita de ambas cámaras para mantener su vigencia.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el ministro del Interior, Lisandro Catalán, encabezarán las negociaciones con mandatarios provinciales, mientras que en el Congreso la tarea quedará a cargo del presidente de la Cámara Baja, Martín Menem. El Gobierno reconoció que la oposición podría lograr la sanción definitiva, aunque aseguró que buscará los votos necesarios para ratificar un veto presidencial.
Las conversaciones coincidirán con una nueva reunión del Consejo de Mayo en Balcarce 50, que se realizará a las 10 y contará con la participación de Francos, el ministro Federico Sturzenegger, el gobernador Alfredo Cornejo, la senadora Carolina Losada, el diputado Cristian Ritondo, y representantes sindicales y empresariales. En ese ámbito se espera avanzar en consensos vinculados a la reforma laboral y a otros proyectos económicos que el Ejecutivo prevé impulsar en la segunda parte de su gestión.





