El ex intendente de Hurlingham, reapareció tras el fallo del Tribunal de Cuentas que lo había multado por fondos malversados en su último año de gestión y publicó un breve video en el que dice haber compartido el locro patrio con 200 jubilados. Pero en pantalla solo se ven 10. Un repaso de sus últimos movimientos explica la escasa convocatoria y sinuoso derrotero de su figura.
Juan Zabaleta reapareció este 25 de Mayo con un video en redes sociales con motivos de la efeméride. Según indica en el mensaje, se trataba de un «encuentro con 200» vecinos, pero en las imágenes apenas pueden contarse de ocho a doce personas —incluido él— reunidas en un salón cerrado y con banderas argentinas de fondo. La publicación recibió comentarios irónicos y evidenció nuevamente la dificultad del ex intendente para recuperar volumen político en Hurlingham. «Es como un viejo verde, grita lo que no puede hacer y hace el ridículo», comentaron. Por su parte, los vecinos de Barrio Italia, donde queda el centro de jubilados en cuestión, pusieron el ojo en el despliegue de autos y asesores que llegaron ese día para la filmación.
En el último año y medio, Zabaleta protagonizó una serie de movimientos erráticos en busca de respaldo político: intentó acercarse al armado libertario a través de Sebastián Pareja, operador de Javier Milei en la provincia. Fue recibido en Casa Rosada pero, pese a los elogios de Zabaleta a Milei (“Este gobierno me trata mejor que el anterior”), terminó siendo rechazado, mientras otros intendentes como Valenzuela de Tres de Febrero, eran recibidos con los brazos abiertos.
A eso se sumaron otros recientes escándalos, como el caso de las amenazas mafiosas de “La Masturbanda”. Sebastián “Vita” Gaona, aspirante a concejal y líder del grupo de barrabravas conocido como La Mástur, figura importante del “juanchismo”, publicó en redes un ataúd con la frase “La Cámpora 2025”, firmado “La mafia no se traiciona”. 24 hs. antes de las amenazas, Zabaleta se había mostrado públicamente comiendo un asado con dicha banda a plena luz del día.
También buscó de forma intermitente una nueva inserción en el oficialismo bonaerense, sin mayor éxito: el entorno de Axel Kicillof evitó involucrarse con su figura, marcada por diversas investigaciones judiciales referidas su paso por el Ministerio de Desarrollo Social. El golpe final de hecho vino de ese sector, tras conocerse un fallo del Tribunal de Cuentas de la Provincia, que le impuso una multa millonaria por irregularidades administrativas durante su último año de gestión.
El exfuncionario de Alberto Fernández se muestra activo pero errático. El mes pasado, compartió un video en sus redes para promocionar un evento de automovilismo, en el que se lo veía agitado, visiblemente descompensado y rascándose compulsivamente los brazos. Ahora, la puesta en escena del 25 de Mayo, pensada para mostrar fuerza, terminó por consolidar la imagen de un dirigente cada vez más solo y políticamente aislado.
