Sandra Pettovello presentó un documento donde constan múltiples casos de corrupción investigados por la justicia, y el factor común en la mayoría es el ex ministro de Desarrollo Social. Juan Zabaleta está imputado en distintos casos: los “comedores fantasma”, el uso de fondos públicos para fines políticos, contrataciones irregulares a cooperativas inexistentes, entre otras. Calculan un “perjuicio fiscal” de 40.000.000.000 de pesos.
El ex intendente de Hurlingham, Juan Zabaleta, está imputado en la mayoría de los casos que aparecen en “La Argentina robada”, un documento donde la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, registra todas las denuncias realizadas durante 2024 que llegaron a la justicia. Desde el desvío de recursos en programas sociales hasta irregularidades en contrataciones estatales y amenazas a beneficiarios de planes, los casos acumulados muestran una trama que une a figuras políticas y organizaciones sociales de alto perfil.
El caso más reciente que avanza hacia el juicio oral involucra a Eduardo Belliboni, líder del Polo Obrero, y otros miembros de la organización, procesados por extorsión y administración fraudulenta. El intermediaro entre el Estado y Belliboni era el entonces ministro Zabaleta, que en posteriores entrevistas admitió estar familiarizado con estas prácticas. Según la causa que instruyen el juez Sebastián Casanello y el fiscal Gerardo Pollicita, los beneficiarios del programa «Potenciar Trabajo» eran obligados a entregar parte de sus subsidios y participar en movilizaciones. Además, se habrían utilizado facturas truchas para justificar gastos.
Similares denuncias recaen sobre Emilio Pérsico, que como ex Secretario de Economía Social trabajaba bajo la supervisión de Zabaleta, por otorgar subsidios millonarios a cooperativas afines a su gestión en violación de la Ley de Ética Pública. A su vez, los responsables del ex ministerio de Desarrollo Social enfrentan acusaciones por irregularidades en la compra de 1,3 millones de guardapolvos, de los cuales solo el 47% fue entregado pese al desembolso del 84% de los fondos.
Otro escándalo destacado en el currículum del peronista Zabaleta es el de los «comedores fantasmas«, donde se identificaron asociaciones que registraron establecimientos inexistentes en el Registro Nacional de Comedores y Merenderos (RENACOM). Auditorías revelaron que solo el 7% de los alimentos entregados por la gestión anterior se rindieron correctamente, evidenciando un posible esquema de fraude y lavado de dinero.
En paralelo, el ex intendente de Hurlingham aparece en el los chats del ex presidente Alberto Fernández, su jefe político durante el último gobierno, quien fue denunciado por favorecer contrataciones irregulares con empresas aseguradoras de baja solvencia, generando importantes pérdidas económicas para el Estado.
Las auditorías ordenadas por el gobierno de Javier Milei destaparon lo que desde la Oficina Anticorrupción califican como «prácticas sistemáticas de desvío de fondos y abuso de autoridad«. Un entramado que “bajo el discurso de la justicia social desvió recursos destinados a los sectores más vulnerables”. La justicia continúa su curso, con varios imputados al borde del juicio oral, en lo que promete ser un capítulo decisivo en la lucha contra la corrupción en Argentina.