El Presidente reunió a legisladores y aliados en Olivos y utilizó la cadena nacional para defender sus vetos y cuestionar proyectos opositores. En Diputados avanzaban iniciativas impulsadas por los gobernadores que podrían convertirse en ley en las próximas semanas.
El presidente Javier Milei concentraba parte de su agenda en la relación con el Congreso, tras una serie de reveses legislativos. En pocos días encabezó una cena con diputados propios y socios en la residencia de Olivos y transmitió un mensaje por cadena nacional para ratificar sus vetos y criticar propuestas opositoras. En la Cámara baja, la oposición impulsaba proyectos como la modificación del Impuesto a los Combustibles y cambios en la distribución de ATN, respaldados por gobernadores, que esta semana podrían obtener dictamen de comisión y llegar al recinto antes de fin de mes.
En su mensaje televisado, Milei anunció una instrucción formal para impedir que el Tesoro financie gasto primario con emisión monetaria y propuso penalizar a legisladores y funcionarios que aprueben presupuestos con déficit fiscal. La oposición desestimó la iniciativa y señaló que el oficialismo llevaba dos años sin presentar ley de Presupuesto. Al mismo tiempo, avanzaba en el Congreso la reactivación de la comisión investigadora del caso $LIBRA, bloqueada hasta ahora por un empate en la elección de autoridades.
El Gobierno necesitaba un tercio de los votos en Diputados para sostener sus vetos, entre ellos el rechazo a la moratoria previsional y a leyes de recomposición jubilatoria y financiamiento del sistema de discapacidad. Operadores oficialistas y opositores calculaban ausencias y abstenciones para definir los resultados. En este escenario, la estrategia de Milei buscaba no sólo garantizar respaldo en el recinto, sino también sostener un discurso que vincule las leyes opositoras con mayores costos fiscales, aun en temas de alta sensibilidad social como jubilaciones y salud.