Los dos apagones masivos registrados en menos de 24 horas dejaron sin suministro eléctrico a clientes de Edesur en el Gran Buenos Aires y el Conurbano. La falta de mantenimiento en las redes de transmisión y la alta demanda por la ola de calor agravan la crisis, mientras el Gobierno y la empresa cruzan acusaciones.
Más de un millón de usuarios en el Área Metropolitana de Buenos Aires sufrieron cortes de luz en menos de un día debido a fallas en las líneas de transmisión de 220 kV de Edesur. El primer apagón ocurrió a las 5:50 del miércoles y afectó a 550.000 clientes, mientras que el segundo, registrado a las 12:40, dejó sin suministro a 622.000 hogares y comercios. La interrupción del servicio impactó con fuerza en el Conurbano y la Ciudad de Buenos Aires, afectando el transporte, hospitales y comercios en plena ola de calor.
El Gobierno atribuye el problema a la falta de mantenimiento y la desinversión en la infraestructura eléctrica, señalando que la empresa no realizó las mejoras necesarias en las líneas de transmisión. La Secretaría de Energía advirtió que investigará las causas de las fallas y no descarta sanciones a la distribuidora. Desde el sector energético, en tanto, advierten que la red eléctrica está en «alerta roja» y que, si las temperaturas extremas persisten, la demanda continuará en niveles críticos, aumentando el riesgo de nuevos apagones.
Mientras tanto, miles de usuarios siguen sin luz y sin respuestas claras. En barrios como Quilmes, Avellaneda y Lomas de Zamora, vecinos protestaron por la falta de servicio y denunciaron que, en algunos casos, los cortes llevan más de 48 horas. En medio de la crisis, el Gobierno y la empresa se acusan mutuamente, mientras los especialistas advierten que el problema estructural del sistema eléctrico requiere inversiones urgentes para evitar un colapso mayor.
