El Gobierno restó importancia a la Marcha Antifascista y aseguró que no afectará a Milei, mientras el presidente intentó matizar sus polémicas declaraciones sobre la comunidad LGBT. La protesta, apoyada por diversos sectores, sigue generando controversia.
En la Casa Rosada aseguran que la movilización no afectará la imagen del mandatario y la califican como un evento principalmente «político». Fuentes oficiales cercanas al presidente destacaron que, a pesar de la adhesión de sectores como las CTA, ATE y la CGT, la protesta tiene un carácter principalmente electoral, ya que varios dirigentes políticos de la oposición, incluidos Axel Kicillof y Cristina Kirchner, se sumaron a la convocatoria. Además, desde el entorno del presidente se cuestionaron las posturas de figuras de la oposición, acusando una actitud selectiva respecto a la defensa de los derechos de las mujeres.
El presidente Milei, por su parte, buscó matizar sus polémicas declaraciones mediante aclaraciones en redes sociales, subrayando su posición como liberal y defendiendo el respeto a la libertad de elección de cada individuo. No obstante, el tema sigue generando controversia y movilizaciones, que lograron convocar a un gran número de asistentes desde diversos sectores, incluidos movimientos sociales y colectivos de la comunidad LGBT.
A pesar de los intentos del Gobierno por relativizar la importancia de la protesta, la convocatoria demostró tener un alcance significativo, lo que ha obligado al oficialismo a responder rápidamente y ajustar el tono de sus declaraciones sobre el tema.