La celebración patria en Tucumán estará marcada por la notable ausencia de la mayoría de los gobernadores invitados por la Casa Rosada. Este escenario contrasta fuertemente con el año anterior, cuando el Gobierno lanzó el Pacto de Mayo en la misma fecha, con la presencia de 18 jefes provinciales.
El presidente Javier Milei partirá este martes por la noche desde Aeroparque en el avión presidencial, acompañado por su comitiva. Se espera su llegada a la Casa Histórica de la Independencia una hora antes de la medianoche y su retiro una hora después, sin dar un discurso, a pesar de que inicialmente estaba previsto. Su estadía en la provincia se limitará a encabezar el acto, replicando la dinámica del año pasado, cuando lideró el Pacto de Mayo y regresó de inmediato a Buenos Aires.
A diferencia del año pasado, en esta ocasión solo confirmaron su presencia el gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, y el de Catamarca, Raúl Jalil. También se esperaba la asistencia de la vicegobernadora de Córdoba, Myrian Prunotto, y la de Entre Ríos, Alicia Aluani.
Horas antes de recibir a Milei, el gobernador Jaldo, a pesar de reconocer un «espíritu colaborativo con el gobierno», enfatizó que «la colaboración tiene que ser de ida y vuelta». Además, expresó su preocupación por la situación económica: «No vemos que haya una reactivación que haya llegado verdaderamente al bolsillo de la gente».
En Casa Rosada reconocen que la baja concurrencia de gobernadores es «poco», pero afirman no haberse esforzado en convencerlos. Desde el área de protocolo, a cargo de Karina Milei, las invitaciones comenzaron a cursarse recién el viernes y sábado, tras la cumbre del Mercosur y la visita del primer ministro de India, Narendra Modi. Algunas provincias incluso aseguraron no haber recibido la invitación hasta el domingo, lo que generó malestar y comentarios sobre una «rara» forma de manejarse, sin contacto de las áreas políticas para persuadir a los mandatarios.
Las provincias que no asistirán al acto lo hacen como una forma de reclamo por los recortes en distintas partidas nacionales. Particularmente, exigen mayores transferencias a través de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y que los fondos recaudados por el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) se destinen efectivamente a la reparación de rutas nacionales, una preocupación que se acentúa con la reciente disolución de Vialidad Nacional. Esto abona la posición de varios gobernadores de impulsar la coparticipación del ICL.
Desde el Gobierno, minimizan este reclamo. En el entorno oficial, argumentan que «hay que diferenciar entre la ocasión en la que se firmó el Pacto de Mayo con el hecho de que acá se haya invitado a una celebración patria, es diferente». Sin embargo, otras fuentes cercanas al Presidente advierten que esta acción conjunta de los gobernadores «solo hace enojar más a Javier».Está latente la posibilidad de que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, convoque a un grupo de gobernadores para buscar alternativas a sus demandas, aunque la fecha aún no está confirmada. Si bien en algunos sectores de la Casa Rosada no descartaban que el propio Milei pudiera encabezar el diálogo, esto resulta poco probable, ya que el Presidente delega en sus principales funcionarios (como Santiago Caputo, Guillermo Francos, Lisandro Catalán, Eduardo «Lule» Menem y Martín Menem) el vínculo con sus pares provinciales.

El vínculo entre muchos gobernadores y el Gobierno, aunque no está roto, sí se encuentra «fuertemente sentido» por la «falta de ofertas atractivas» de la Nación ante los reclamos provinciales. El escenario electoral también sobrevuela la situación: los gobernadores más combativos con la Casa Rosada son, en general, aquellos que no planean una alianza electoral con La Libertad Avanza en sus territorios.