Sectores cercanos a Santiago Caputo cuestionaron al canciller Gerardo Werthein por la organización del encuentro con Donald Trump. En la Casa Rosada activaron gestiones para tranquilizar a los mercados y confiaron en un repunte de bonos y acciones.
El encuentro entre Javier Milei y Donald Trump en la Casa Blanca generó malestar dentro del oficialismo. Dirigentes alineados con Santiago Caputo responsabilizaron al canciller Gerardo Werthein por supuestas falencias en la preparación de la bilateral, que terminó con mensajes confusos sobre el respaldo de Estados Unidos y una inmediata caída de los activos financieros.
Ante la reacción negativa, el Gobierno puso en marcha un operativo de control de daños. Funcionarios contactaron de manera reservada a referentes del sector financiero y difundieron aclaraciones oficiales tanto desde Washington como desde Buenos Aires. El propio Presidente, junto a Karina Milei y Santiago Caputo, sostuvo públicamente que el apoyo norteamericano seguía vigente y que las dudas obedecieron a una mala interpretación de los dichos de Trump.
Mientras en algunos despachos se insistía en señalar errores de Werthein y otros ministros en la interlocución con Estados Unidos, en la Casa Rosada buscaban transmitir confianza. Apostaban a que las declaraciones posteriores del exmandatario republicano y las gestiones locales permitieran un repunte en bonos y acciones desde la apertura de los mercados, a pocos días de las elecciones legislativas.
