El Ejecutivo modificó por decreto la estructura del banco estatal para darle mayor flexibilidad operativa y permitir la entrada de capitales privados. Los gremios bancarios anunciaron medidas de protesta.
El Gobierno oficializó la transformación del Banco Nación en sociedad anónima mediante el decreto 116/2025, argumentando que la nueva figura jurídica permitirá modernizar su gestión, facilitar la inversión privada y mejorar su eficiencia operativa. Según el Ejecutivo, la conversión busca eliminar restricciones propias de su anterior estructura como Sociedad del Estado y dotar a la entidad de una administración más ágil y transparente.
El ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, explicó que el cambio optimizará la asignación de recursos y permitirá competir en igualdad de condiciones con otros bancos. Sin embargo, la medida encendió las alarmas en el sector gremial. La Asociación Bancaria declaró el estado de “alerta y movilización”, denunciando que la conversión es el primer paso hacia una posible privatización. En la misma línea, economistas advirtieron sobre el impacto que podría tener la entrada de capitales privados en la función de financiamiento a pymes y productores agropecuarios, sectores clave que hoy dependen del banco estatal.
