Luego de la reciente gira presidencial, el equipo del Fondo Monetario Internacional (FMI) regresará a Buenos Aires para retomar las negociaciones presenciales, tras casi un año de ausencia. En los próximos días, se vencerá un pago importante a Washington, lo que acelera la discusión en torno a un nuevo acuerdo.
Las conversaciones entre el Gobierno de Javier Milei y el FMI tomarán un nuevo impulso después de la reunión entre el presidente argentino y la directora del Fondo, Kristalina Georgieva. Durante este encuentro, se dio luz verde para que los equipos técnicos reanuden sus intercambios presenciales en Buenos Aires, con el objetivo de estructurar un programa financiero que contemple nuevos desembolsos y acelere el proceso de flexibilización de los controles cambiarios, una de las recomendaciones más recientes del FMI.
La última visita de la plana mayor del FMI a Argentina ocurrió casi un año atrás, cuando se definieron las metas fiscales y de reservas para 2024, en un momento crítico para la economía nacional debido al impacto de las medidas de emergencia adoptadas por el ministro de Economía, Luis Caputo. Ahora, el equipo negociador del FMI estará liderado por el venezolano Luis Cubeddu, quien asumió el cargo en septiembre tras la salida de Rodrigo Valdés.
El intercambio entre Buenos Aires y Washington tomará un ritmo acelerado en el contexto de la necesidad del Ejecutivo de asegurar nuevos desembolsos que refuercen las reservas del Banco Central. Una opción que cobra fuerza es utilizar estos fondos para cancelar las Letras Intransferibles emitidas por el Tesoro hacia el BCRA. Milei mencionó la posibilidad de solicitar al FMI un mínimo de USD 11.000 millones, aunque hasta el momento, tanto el FMI como el Gobierno se mantuvieron reservados respecto a los detalles de las próximas reuniones.
Puntos clave que aún separan al Gobierno y al FMI
Aunque se avanzó en las discusiones, aún quedan varios pasos por dar para concretar un acuerdo definitivo. En primer lugar, el cierre del programa Extended Fund Facility (EFF), iniciado en marzo de 2022, aún está pendiente de las revisiones técnicas número nueve y diez, que se realizarán de manera simultánea. El examen de las metas de superávit primario y acumulación de reservas es crucial, y aunque el Gobierno cumplió con las metas fiscales para 2024, las reservas del Banco Central no alcanzaron los USD 9.700 millones necesarios.
El FMI ya emitió observaciones sobre el camino a seguir. En su informe de evaluación Ex Post del EFF, destacó la importancia de mantener un equilibrio fiscal robusto, desmantelar gradualmente los controles cambiarios y ofrecer una mayor flexibilidad en el tipo de cambio. Para el Fondo, la eliminación de las restricciones cambiarias es esencial para recuperar el acceso a los mercados financieros internacionales y mejorar las reservas del país.
A pesar de estos desafíos, el Gobierno mantiene su postura en cuanto al diseño del plan económico y el esquema cambiario. Las autoridades argentinas insisten en que deben convencer al FMI de la viabilidad de sus propuestas. A lo largo de las negociaciones, una incógnita es cuáles serán las prior actions requeridas por el Fondo, es decir, las medidas previas que el Gobierno debe implementar para desbloquear el acuerdo.
Próximos vencimientos y pagos de intereses
Otro tema importante que se perfila en la agenda es el pago de intereses al FMI, que se realizará el 1 de febrero por un monto de USD 650 millones. A diferencia de los pagos de 2024, este año no habrá desembolsos previos para cubrir estas obligaciones, por lo que el Gobierno deberá pagar directamente con reservas del Banco Central, lo que podría impactar en las arcas del país.
En resumen, las negociaciones con el FMI avanzan a un ritmo más acelerado, pero aún hay varias cuestiones clave que deberán resolverse en los próximos días. La flexibilidad cambiaria, el desarme de los controles y la evolución de las reservas son puntos críticos para alcanzar un acuerdo que permita a la Argentina cumplir con sus compromisos internacionales y estabilizar su economía.