Dirigentes bonaerenses analizaron las causas del resultado del domingo y apuntaron a la estrategia electoral, la integración de las listas y el rol de los intendentes. Las diferencias entre Axel Kicillof y Cristina Kirchner volvieron a quedar expuestas.
La derrota electoral del último domingo generó un fuerte debate dentro del peronismo bonaerense, donde distintos sectores comenzaron a cruzarse reproches. En el espacio de Axel Kicillof defendieron la decisión de desdoblar las elecciones provinciales y señalaron que esa medida evitó una pérdida mayor en la Legislatura. En cambio, dirigentes cercanos a Cristina Kirchner insistieron en que la estrategia fue equivocada y profundizó la caída.
Otro de los puntos de conflicto giró en torno a la lista de candidatos a diputados, cuestionada por su falta de representatividad territorial. En el entorno de Kicillof remarcaron que la confección quedó bajo influencia del kirchnerismo, mientras que intendentes del Movimiento Derecho al Futuro reclamaron mayor presencia en los lugares de privilegio. Las tensiones también se extendieron al liderazgo de la campaña, donde se discutió la figura de Jorge Taiana como primer candidato.
Además, los referentes peronistas reconocieron que la estrategia oficialista basada en la llamada “campaña del miedo” influyó en el electorado y debilitó el mensaje opositor. A esa situación se sumó la ausencia de intendentes en la boleta nacional, lo que restó tracción territorial en comparación con las elecciones de septiembre. Dirigentes advirtieron que el partido ingresó en una etapa de autocrítica profunda y coincidieron en que el futuro del espacio dependerá de resolver la conducción política y definir si se inicia un quiebre con el ciclo kirchnerista.
