En el cierre de la campaña porteña, Ficha Limpia dinamitó el incipiente vínculo entre el PRO y LLA. La disputa entre el Presidente y el ex mandatario pareciera haber escalado hasta un punto de no retorno, de tal magnitud que en el Gobierno ya es cada vez más evidente la intención de acordar en territorio…
La tensión entre Javier Milei y Mauricio Macri alcanzó su punto álgido tras la fallida sesión por la ley de Ficha Limpia, evidenciando un quiebre en su relación que podría tener consecuencias trascendentales en el escenario político nacional y porteño. La elección del domingo en la Ciudad de Buenos Aires se presenta como un factor determinante, capaz de reconfigurar alianzas y desencadenar un cisma en el PRO.
El Gobierno nacional, lejos de apaciguar las aguas, aprovechó la coyuntura para «mojarle la oreja» a Macri, filtrando la intención de convocar a un encuentro privado con Diego Santilli, un dirigente clave del PRO. Esta jugada, interpretada como un mensaje directo al ex presidente, se suma a las acusaciones cruzadas entre el PRO y la Casa Rosada.
Macri, por su parte, se siente traicionado por Milei, a quien acusa de burlarse de su rol de aliado y de incumplir los compromisos asumidos. La ley de Ficha Limpia, rechazada en el Senado, terminó por dinamitar cualquier intento de entendimiento. Milei culpó a Macri de un supuesto acuerdo con Cristina Kirchner, mientras que el ex presidente lo tildó de «alucinado» y expresó su «desilusión infinita».
Además, días atrás, en propio Macri había admitido que esta disputa «complejizó mucho el diálogo por un acuerdo en la provincia de Buenos Aires». Y criticó la falta de autocrítica del gobierno: «Yo esperaba que el Presidente pida perdón, nos salió mal y que van a buscar responsables. Pero no«
En el PRO, existe la convicción de que el Gobierno orquestó una operación política para sabotear la ley de Ficha Limpia, llevando al partido a una sesión sin los votos necesarios y promoviendo el rechazo de la iniciativa. Este escenario intensificó la polarización y puso en jaque el liderazgo de Macri.
En este contexto, la elección en la Ciudad de Buenos Aires se ha convertido en un campo de batalla crucial. Las encuestas sitúan a Leandro Santoro (PJ) en primer lugar, seguido de cerca por Manuel Adorni (LLA) y Silvia Lospennato (PRO). La performance del PRO y de Horacio Rodríguez Larreta, quien distanció del macrismo, serán determinantes para el futuro de la alianza entre el PRO y LLA.
En el PRO, existe preocupación por la posibilidad de perder la hegemonía en la ciudad, un escenario que podría radicalizar aún más la disputa con Milei. La elección también definirá el futuro de un posible acuerdo en la provincia de Buenos Aires, donde las estrategias de ambos sectores divergen.
Por eso, el resultado de la elección en la Ciudad de Buenos Aires será determinante para el futuro de la relación entre Milei y Macri, y para la configuración del escenario político nacional. La posibilidad de un acuerdo en la provincia de Buenos Aires, la supervivencia del liderazgo de Macri y el futuro del PRO están en juego.




                                    
