«Le arrebatamos el bastión a los amarillos pese a toda la campaña sucia que hicieron», declaró exultante Javier Milei al salir del búnker, describiendo la elección como «extremadamente positiva».
Gritos de euforia y entusiasmo resonaron en el primer piso del Hotel Libertador pasadas las 19 horas, cuando los primeros resultados oficiales del escrutinio provisorio de la elección en la Ciudad de Buenos Aires confirmaron la victoria de La Libertad Avanza (LLA) en los comicios porteños. El búnker libertario se convirtió en un hervidero de funcionarios e influencers de Javier Milei, donde el clima era de «jolgorio total», según testigos.
El Presidente celebró haber superado ampliamente al PRO, al que consideró «doblegado», y haber consolidado a LLA como la única alternativa al kirchnerismo, que quedó en el segundo lugar con el 27,36 por ciento con la lista de Leandro Santoro. En el tercer lugar y con un desempeño muy por debajo de las propias expectativas se ubicó la candidata del macrismo y el PRO, Silvia Lospennato, con un 15,9%.
La victoria, que algunos armadores habían anticipado con precisión («30 clavados»), superó las dudas iniciales sobre la posibilidad de vencer al candidato del peronismo y el kirchnerismo. El objetivo principal, sin embargo, no era tanto vencer al kirchnerismo, sino «doblegar» al PRO, que obtuvo su peor resultado histórico en la ciudad que gobierna hace 18 años. «Mauricio Macri está muerto», exclamó un alto funcionario al ver los primeros números oficiales, reflejando el sentimiento de revancha hacia el ex presidente.
En su discurso triunfal, Milei proclamó haber «pintado de violeta el bastión amarillo», una declaración que resonó como un golpe al PRO. Sin embargo, el portavoz Manuel Adorni, siguiendo la estrategia de Milei en 2023, llamó a la «tábula rasa» e invitó a los dirigentes de PRO a sumarse a LLA. «Invitamos a dejar los egoísmos de lado y sumarse a esto que se llama La Libertad Avanza, que es el instrumento que ha elegido la sociedad para el cambio», enfatizó.
La orden que bajó desde la cúpula de LLA es clara: no habrá un pacto de cúpulas con el PRO, sino un reclutamiento de dirigentes. «Algunos ya deben estar haciendo cola en la Casa Rosada», ironizó un militante, mencionando a figuras como Cristian Ritondo, Diego Santilli y Guillermo Montenegro, quienes ya mantienen conversaciones con Karina Milei para gestionar listas conjuntas.

La victoria en la Ciudad, donde Karina Milei jugó un papel crucial al diferenciarse del PRO, la posiciona como figura clave dentro de LLA. «Jorge Macri se equivocó cuando la ninguneó y convocó a Olmos a negociar», afirmó un asesor, destacando el trabajo de la secretaria general y presidenta del partido.
Mientras la cúpula libertaria celebraba a puertas cerradas, algunos militantes rasos entonaron cánticos burlándose del PRO. Sin embargo, la línea oficial es de apertura al diálogo, aunque con la clara premisa de que LLA es ahora la fuerza dominante. «Ahora que quedó claro que el cambio somos nosotros, nos vamos a poder sentar a hablar», afirmó un alto asesor del gobierno.
Más allá de los resultados, uno de los datos centrales de la elección fue la baja participación de los votantes. Según las cifras de la justicia electoral de la Ciudad de Buenos Aires, de los más de tres millones de porteños habilitados para votar, solamente el 53,2 por ciento concurrieron a las urnas. Se trata del nivel más bajo de participación en una elección desde que se reformó la Constitución Nacional y la Capital Federal comenzó a tener autonomía para elegir a las autoridades locales.
Hasta ahora, el nivel más bajo de participación en una elección porteña había sido en el año 2007, cuando Mauricio Macri fue electo jefe de gobierno por primera vez. En esa ocasión concurrieron a las urnas el 68,5% de los porteños. Ese día comenzaba la hegemonía del PRO en la Ciudad, que hoy parece haber comenzado su declive final.





