En la Casa Rosada aseguraron que la medida no afectará los resultados en Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires. Admitieron, de todos modos, que Provincias Unidas parte con ventaja en los principales distritos del interior.
El final anticipado de la política de retenciones cero para trigo y soja generó críticas de productores y dirigentes rurales a menos de un mes de las elecciones nacionales. Sin embargo, en el Gobierno relativizaron el efecto electoral de la medida y sostuvieron que el votante del campo priorizará castigar al kirchnerismo antes que al oficialismo, pese al malestar por el beneficio que solo alcanzó a las grandes exportadoras.
El titular de la Sociedad Rural, Nicolás Pino, señaló que llamó la atención la velocidad con que se cubrió el cupo previsto en el decreto y cuestionó que en “48 o 72 horas” las cerealeras agotaran el beneficio. En la Casa Rosada admitieron que los grandes operadores estaban mejor preparados, aunque defendieron el proceso y aseguraron que no hubo marcha atrás, sino un límite claro fijado desde el inicio.
En el comando de campaña reconocieron que en Santa Fe y Córdoba no hay chances de triunfo frente a Maximiliano Pullaro y Juan Schiaretti, y que la apuesta será ubicarse en segundo lugar, por encima del kirchnerismo. En Buenos Aires, en tanto, confían en revertir la tendencia negativa y destacaron que la estrategia oficial será contrastar con una eventual propuesta opositora de retenciones del 40%, reforzando así el mensaje de campaña hacia el electorado rural.






