Tras su triunfo electoral, el presidente se reunió con mandatarios de todas las provincias para iniciar una etapa de consenso político. El encuentro marcó un giro en su estrategia y abrió señales de diálogo con distintos sectores del peronismo.
El presidente Javier Milei comenzó a construir una coalición política para impulsar las reformas estructurales que su gobierno proyecta a partir del 10 de diciembre. Tras la victoria por más de 17 puntos sobre el kirchnerismo, convocó a 20 gobernadores de diferentes partidos para delinear una agenda de trabajo común en temas como Presupuesto, reforma laboral y tributaria, y el fortalecimiento fiscal de las provincias. El gesto fue interpretado como una apertura al consenso luego de una campaña marcada por la confrontación.
Durante el encuentro, Milei destacó la “gestión responsable” de los mandatarios provinciales y planteó la necesidad de alcanzar acuerdos de mediano plazo para “normalizar una Argentina maniatada”. Participaron figuras clave del gabinete nacional, entre ellos Luis Caputo, Santiago Bausili y Guillermo Francos, además de Karina Milei y Santiago Caputo. La reunión transcurrió en un clima cordial y sin reproches, donde se coincidió en la urgencia de actualizar la legislación laboral y destrabar los convenios colectivos que frenan la generación de empleo.
El resultado político también repercutió en el peronismo, que enfrenta una etapa de redefinición interna. La continuidad del liderazgo de Cristina Kirchner es objeto de debate incluso en la provincia de Buenos Aires, mientras algunos gobernadores, como Gerardo Zamora y Sergio Ziliotto, comenzaron a tender puentes con la administración libertaria. En este nuevo escenario, Milei busca proyectarse como un líder reformista con alcance nacional, dispuesto a sostener un diálogo político amplio que garantice gobernabilidad y crecimiento.
