En un discurso encendido, el presidente tildó a Axel Kicillof y a los gobernadores de «parásitos mentales» por no recortar gastos. Afirmó que LLA dará un «tremendo batacazo» en la Provincia y defendió su ajuste fiscal.
En una encendida cena privada en el Yacht Club de Puerto Madero, el presidente Javier Milei arremetió con dureza contra la oposición, a la que tildó de «parásitos mentales», y en particular contra el gobernador bonaerense Axel Kicillof.
El mandatario libertario afirmó que La Libertad Avanza (LLA) está en condiciones de lograr un «tremendo batacazo» electoral en la provincia de Buenos Aires en septiembre y a nivel nacional en octubre, en referencia a las próximas elecciones legislativas.
Milei, manteniendo el espíritu «outsider» de su campaña de 2023, insistió en la necesidad de trasladar el modelo libertario a las provincias, especialmente a Buenos Aires, para consolidar las reformas. «Traer el cambio a la provincia de Buenos Aires es una de las mayores prioridades de nuestro partido. Incluso considero que debería ser prioritario para todo aquel que desea ver a la Argentina prosperar y dejar atrás el siglo de humillación al que Kicillof nos sometieron tanto a nosotros como a nuestros padres, a nuestros hijos y a nuestros abuelos”, sentenció.
El jefe de Estado apuntó directamente contra los gobernadores, a quienes considera la «última trinchera» que busca frenar el cambio. Milei les recriminó no haber cumplido su promesa, firmada en el Pacto de Mayo, de recortar el gasto en sus distritos.
«Hace un año gran parte de los gobernadores firmaron el Pacto de Mayo, donde acordamos reducir el gasto público a 25 puntos del PBI. Pero ninguno de ellos hizo el ajuste pertinente en su jurisdicción, faltándole el respeto a la sociedad que dicen representar. Por esto es imperante llevar el cambio a las provincias, dado que va a acelerar exponencialmente el proceso de crecimiento que vamos a vivir en los próximos años», enfatizó el presidente, acusando a la provincia de ser el último refugio de la «casta política para seguir exprimiendo los bolsillos de la ciudadanía”.
Durante su discurso, Milei agradeció el apoyo de sus ministros y colaboradores, nombrando, entre otros, a Manuel Adorni, Federico Sturzenegger, Guillermo Francos, Martín Menem, Karina Milei, Santiago Caputo, y Patricia Bullrich.

El presidente defendió férreamente el ajuste fiscal y la reducción del gasto público, asegurando que su gestión ha realizado «el ajuste fiscal más grande de toda la historia de la humanidad». Según Milei, la reducción del gasto público alcanzó el 30% y se complementó con un ajuste de 10 puntos del PBI en el Banco Central.
«Solamente ocurrió algo así en 24 oportunidades, pero lo interesante es que en las 24 oportunidades que eso ocurrió se hizo después de una guerra. Si ustedes limpian el efecto del postguerra, los únicos que hicimos eso fuimos nosotros», citó Milei en referencia a un análisis de Sturzenegger.
En materia económica, el mandatario destacó una drástica caída de la inflación mayorista, pasando de un 54% mensual a una deflación del 0,3% en mayo, su menor valor en 17 años. En el plano social, Milei afirmó una significativa baja de la pobreza, de 57% a 35%, lo que implicaría haber sacado a «10 millones de personas de la pobreza».
También resaltó la gestión de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, al señalar que «hoy somos el país más seguro de América Latina, y somos uno de los mejores países en el ranking de paz mundial”.
Finalmente, el presidente defendió la política de apertura económica y el aumento de las importaciones, argumentando que el 70% de las mismas corresponde a bienes de capital, insumos productivos y materias primas.
Cuestionó la gestión de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires, a quien acusó de no adherir al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) y de utilizar el erario provincial para resistir las reformas nacionales. «¿Qué clase de gobernador es aquel que se opone a que haya más trabajo en su provincia?«, planteó Milei.
