El oficialismo no logró acuerdos con la oposición ni con los intendentes, dejando en suspenso la aprobación del Presupuesto y la autorización para endeudarse. Las diferencias por los fondos municipales y la falta de diálogo complican el cierre del año legislativo.
El gobernador Axel Kicillof enfrenta un panorama incierto en la Legislatura bonaerense, donde la falta de consenso podría dejar a la provincia sin presupuesto aprobado ni autorización para endeudarse hasta el próximo año. Las negociaciones con la oposición y los intendentes se estancaron, generando un clima de tensión política.
Los intentos por destrabar el debate no lograron avances significativos. Los intendentes del conurbano exigieron un fondo de 470 mil millones de pesos para los municipios, pero la oferta del Ejecutivo no superó los 200 mil millones en libre disponibilidad y otros 200 mil millones destinados a Seguridad. Además, se introdujeron modificaciones como la eliminación del artículo que otorgaba al gobernador facultades discrecionales sobre impuestos y un tope del 28% en los incrementos impositivos, pero estas concesiones no fueron suficientes para cerrar un acuerdo.
En medio de las diferencias, Kicillof ordenó a la vicegobernadora Verónica Magario cerrar el Senado, dejando en suspenso el tratamiento del presupuesto. Desde la oposición, radicales y libertarios criticaron la falta de diálogo y remarcaron incumplimientos en las transferencias municipales. Mientras tanto, el PRO exige que parte del endeudamiento se destine directamente al Fondo de Obras para los municipios. Con las negociaciones paralizadas, el oficialismo enfrenta el desafío de recomponer el diálogo para evitar un inicio de año sin previsión financiera.