Las críticas del líder camporista al Gobernador, difundidas en un video durante la campaña, sorprendieron al peronismo provincial y generaron cuestionamientos por el momento en que se hicieron.
Las declaraciones de Máximo Kirchner contra Axel Kicillof, realizadas días atrás en un acto en Quilmes y conocidas este lunes a través de un video viralizado, despertaban sorpresa e incomodidad en el PJ Bonaerense. En la dirigencia provincial predominaba la idea de que el problema no era tanto el contenido del mensaje sino la oportunidad elegida, ya que coincidía con la campaña electoral y con el escándalo por los audios que involucraban al ex funcionario Diego Spagnuolo.
En el entorno de Kicillof buscaban restar importancia a la acusación y concentrarse en la elección del 7 de septiembre. Voces cercanas al Gobernador insistían en que lo relevante era enfrentar al oficialismo nacional y responder a las demandas de los bonaerenses. Sin embargo, en distintos sectores del peronismo se multiplicaban las críticas a Kirchner por exponer la interna cuando, según un intendente del conurbano, “el fuego amigo no tenía sentido en plena campaña”.
La tensión interna del justicialismo provincial se profundizaba en paralelo a una campaña dispersa, sin una mesa de conducción ni un discurso unificado. Algunos dirigentes comenzaban a proyectar un futuro político de Kicillof más desligado del kirchnerismo y de La Cámpora, con vistas a 2027. Esa percepción reflejaba la dificultad de sostener la unidad en una estructura marcada por recelos y contradicciones, que volvía a exhibir públicamente sus divisiones en plena coyuntura electoral.
