Dirigentes del espacio señalaron que la denuncia por presuntas coimas busca reducir la participación electoral. Mauricio Macri se mantuvo en silencio y referentes del partido lamentaron el desgaste de La Libertad Avanza.
A menos de dos semanas de las elecciones bonaerenses, el PRO analizaba con prudencia la incidencia de la investigación sobre la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) en la campaña. Si bien se evaluaba que la causa por presuntas coimas tendría un efecto limitado en los comicios del 7 de septiembre, en la conducción amarilla advertían que la situación generaba un “desgaste” en el gobierno libertario y atribuían la difusión de los audios a una estrategia del kirchnerismo para desalentar la concurrencia a las urnas.
En paralelo, la conducción partidaria observaba con preocupación las tensiones internas en La Libertad Avanza, tanto en la provincia como a nivel nacional. El expresidente Mauricio Macri se mantenía en silencio y viajaba a Dinamarca para participar de un torneo internacional, mientras dirigentes como Cristian Ritondo y María Eugenia Vidal reforzaban su presencia territorial y cuestionaban los alcances del acuerdo con el oficialismo libertario.

Desde la Casa Rosada, el jefe de Gabinete Guillermo Francos sostuvo que el Ejecutivo aguardaba la investigación judicial, aunque descalificó el rol del exfuncionario Diego Spagnuolo. Al mismo tiempo, referentes del PRO coincidían en que el escándalo no debía alterar la agenda de campaña en el conurbano y el interior bonaerense. Sin embargo, admitían que un giro en la causa —como la aparición de nuevas pruebas documentales o comunicaciones telefónicas— podría abrir un escenario distinto e incierto.