El futuro del Registro Nacional de las Personas generó tensiones entre el Ministerio del Interior, a cargo de Diego Santilli, y la titular de Seguridad, Patricia Bullrich. Un decreto presidencial modificó competencias, pero luego el Gobierno aclaró que el organismo seguirá bajo Interior.
La reestructuración del Gabinete nacional derivó en un cruce político entre Diego Santilli y Patricia Bullrich por el control del Registro Nacional de las Personas (Renaper). Aunque un decreto de necesidad y urgencia dispuso su traspaso a Seguridad, la Presidencia aclaró más tarde que el organismo continuará bajo el Ministerio del Interior, encabezado por Santilli.
Bullrich, que dejará su cargo el 10 de diciembre para asumir una banca en el Senado, busca mantener influencia en su cartera y posicionar a funcionarios de confianza, entre ellos Alejandra Monteoliva como su sucesora y Alberto Fohrig al frente de la custodia de la embajada argentina en Estados Unidos. Desde su entorno insisten en la necesidad de concentrar en Seguridad áreas como Migraciones y Renaper, vinculadas a políticas de control fronterizo y documentación.
En el entorno de Santilli aseguran que el tema “no está completamente saldado”, aunque el ministro ya analiza nombres para su equipo y mantiene reuniones con el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, y referentes del PRO, entre ellos Cristian Ritondo. Este último sostuvo que el Renaper “debe permanecer bajo uso civil” por el manejo de datos sensibles.
Las idas y vueltas dentro del Ejecutivo alcanzaron también a la Secretaría Legal y Técnica, a cargo de María Ibarzábal Murphy, luego de que se atribuyera a su oficina una supuesta confusión sobre el decreto. En paralelo, Santilli prepara una agenda de encuentros con gobernadores para consolidar apoyos a las reformas impulsadas por Javier Milei, que incluirá visitas a Entre Ríos, Salta, Mendoza y Neuquén durante los próximos días.






