Este miércoles, el Congreso de la Nación se convirtió en el epicentro de una de las movilizaciones más grandes en las últimas semanas, convocando a un amplio arco de sectores para expresar su rechazo a las políticas de ajuste del gobierno de Javier Milei.
A la tradicional protesta de jubilados, en esta oportunidad se sumaron trabajadores del Hospital Garrahan, científicos del Conicet, la CGT y el colectivo feminista “Ni Una Menos”, entre otros.
Bajo las consignas “La resistencia crece” y “Unir las luchas es la tarea”, la convocatoria busca visibilizar la profunda crisis que atraviesan diversos ámbitos a raíz de los drásticos recortes implementados por la administración libertaria.
Esta inédita unión de fuerzas se da en un contexto de alta tensión, ya que el Ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich, anticipó un operativo policial mucho mayor al habitual, lo que es interpretado como un intento de amedrentar a los manifestantes.
En las horas previas a la marcha, la ministra Bullrich lanzó una advertencia: “Estamos organizando todo para que sea tranquilo, pero el nivel de violencia de estos grupos anarquistas y kirchneristas generan un nivel de violencia enorme. Si van a manifestar con tranquilidad, van a tener tranquilidad. Si ellos van directamente a pegar y romper escudos y ahora con esta nueva modalidad del cable, las fuerzas de seguridad van a actuar porque hay un protocolo que respetar”.
El despliegue de Policía Federal y Gendarmería, que supera con creces los dispositivos acostumbrados para este tipo de manifestaciones, genera incertidumbre sobre la posibilidad de represión. De hecho, desde muy temprano el Congreso está blindado por las fuerzas federales, con agentes de Gendarmería, Prefectura y Policía Federal desplegados en las inmediaciones.

Si bien las principales columnas de la movilización comenzaron a concentrarse a las 15:00 horas, la jornada de protesta inició más temprano para el colectivo de personas con discapacidad. Desde las 11:00 horas, se movilizan frente a la Cámara de Diputados para reclamar la urgente sanción de la Ley de Emergencia en Discapacidad.
Esta normativa busca mitigar la “situación extrema” que enfrentan, sus familias y los prestadores, según advirtieron en un comunicado. En la Plaza de los Dos Congresos, se observaron manifestantes con una gran silla de ruedas inflable y camionetas adaptadas, evidenciando su reclamo.
La Unión de Trabajadores Jubilados En Lucha (UTJEL) explicó que esta organización conjunta surgió del “denominador común” de los ajustes y recortes que afectan a todos. Desde “Ni Una Menos” emitieron un comunicado contundente: “Tenemos que dar el primer paso para ponerle un freno a este Gobierno fascista. Basta de recortes y represión. Por una vida digna, unir las luchas es la tarea”.
La preocupación por el desfinanciamiento y el deterioro de las condiciones laborales también se hará sentir con la presencia de los científicos del Conicet. Este sector viene denunciando un “cientificidio” producto de la falta de inversión gubernamental y una drástica caída del 34,7% en los salarios.
A ellos se sumarán los trabajadores del Hospital Garrahan, visibilizando la crisis en el sistema de salud y la precarización de los residentes. La movilización de estos diversos colectivos subraya la amplitud del descontento social ante las políticas gubernamentales.

Adentro, el debate parlamentario:
Paralelamente a la movilización, la Cámara de Diputados debate en el recinto el proyecto para declarar la Emergencia en Discapacidad hasta 2027, una iniciativa que cuenta con el respaldo de la mayoría de los bloques opositores, aunque es rechazada por La Libertad Avanza (LLA). Además, se aborda la reforma jubilatoria.