En el “Día del Niño por nacer”, la Vicepresidenta “invitó” a la dirigencia política, incluido el oficialismo, a discutir la eliminación de la norma aprobada en 2018. Pero la discusión todavía no parece mover la aguja del gobierno.
La vicepresidenta Victoria Villarruel encabezó este marte el primer encuentro de un seminario sobre el «Día del Niño por Nacer» y las políticas públicas “para cuidar la vida” en el que alertó sobre «el grave problema demográfico» que enfrenta la Argentina por la caída de la tasa de natalidad.
En ese sentido, la funcionara hizo una nueva «invitación» a la dirigencia política, incluido el propio oficialismo, para derogar la ley de interrupción voluntaria del embarazo sancionada en el 2018 luego de una movilización feminista en las calles.
“Es imperativo revertir los procesos de desvalorización de la vida humana, la cultura de la muerte y el descarte y asumir la enorme responsabilidad de gobernar con el propósito de que la protección de la vida y la dignidad infinita de cada persona humana sean el fundamento y el principal anhelo que nos guía en nuestra tarea», dijo la titular del Senado con un panel de expertos defensores de “las dos vidas”.
Al final de su mensaje, la vice insistió con el mismo concepto, pero de manera más directa: “Termino con una invitación concreta a nuestros legisladores que aspiren a lo más alto que velen siempre por el impacto de leyes sobre la vida integral de los ciudadanos sobre sus cuerpos físicos y también sobre sus espíritus”, dijo, sin mencionar explícitamente a ningún partido.
Sin embargo, desde el Gobierno insistieron en que no tienen las voluntades necesarias y en que no está en los planes inmediatos avanzar con un proyecto en ese sentido. Menos aún en el año electoral.
En la Casa Rosada, distanciados de la vice, aclararon: “Ahora no va a ser”, dijo un alto asesor de Javier Milei. “No están los votos”, justificaron altas fuentes de la bancada libertaria que preside el cordobés Gabriel Bornoroni, donde la mayoría de los legisladores violetas levanta la bandera celeste. Además, reconocieron, sería un debate muy riesgoso de incluir en el año electoral.