El convenio bilateral quedó confirmado desde Washington tras la autorización de Donald Trump y prevé una base arancelaria del 10%, con excepciones estratégicas. El texto final aún requiere ajustes jurídicos y su puesta en marcha dependerá de definiciones políticas del gobierno republicano.
Una delegación argentina encabezada por Gerardo Werthein, Alec Oxenford y funcionarios de Cancillería inició en abril de 2025 las negociaciones en Washington, luego de que Estados Unidos aplicara aranceles a todas las importaciones. En aquel momento, la reunión con los equipos de Howard Lutnick y Jamieson Greer se vio alterada por una amenaza de bomba, que obligó a suspender el diálogo y pospuso la discusión sobre el nuevo marco comercial.
Con el correr de los meses, la interna entre los funcionarios norteamericanos se disipó y el acuerdo avanzó en silencio. Durante un encuentro en la Casa Blanca, Trump aseguró a Javier Milei que anunciaría el convenio “en los próximos días”, aunque la comunicación oficial recién llegó cuando el secretario de Estado Marco Rubio recibía al canciller Pablo Quirno. Junto con Argentina, Estados Unidos confirmó acuerdos similares con Ecuador, El Salvador y Guatemala, en un paquete que busca reforzar el vínculo con gobiernos afines.
El entendimiento comercial establece un arancel base del 10%, con un esquema diferencial para sectores estratégicos como aluminio y acero, que quedarán gravados al 50% por decisión geopolítica de la administración republicana. El documento también incorpora un capítulo sobre trabajo, en el que Argentina se compromete a prohibir la importación de bienes fabricados con trabajo forzoso y a reforzar los mecanismos de control laboral.
La implementación del acuerdo dependerá ahora de un proceso de revisión legal entre expertos de ambos países, mientras Trump evaluará si activa el convenio completo o avanza por tramos según su agenda política. En Buenos Aires no descartan un contacto telefónico entre Milei y Trump, en un contexto donde la afinidad personal entre ambos presidentes volvió a quedar en evidencia.
